Más cine, por favor - Travesía 82 / "WEST SIDE STORY" (2021)
Todo cinéfilo, sea un habitante de la superficie o de los 7
mares conoce la intención de Steven Spielberg de cubrir todos los periodos de
la historia americana. Una inquietud que parece compartir con Tarantino. Lo que
está claro, es que cuando un director como Spielberg tiene un deseo, se va a
encargar de hacerlo realidad. Y es que Spielberg deseaba rodar un musical.
Decisión igual de inesperada como seguramente fue la de John Huston de rodar
Annie en el 82. Así es, el rey del cine fantástico, de aventuras, y por
supuesto también de dramas, anhelaba rodar un musical, y entre todos, eligió el
que amaba desde la infancia, West Side Story. El musical de Broadway que
alejaba a Romeo y Julieta de Verona para llevarlos al tumultuoso Nueva York de
los años 50 donde inmigrantes europeos e inmigrantes puertorriqueños combatían
por la supremacía de su barrio. De esta forma, se propuso llevar a cabo un
remake del oscarizado musical que en 1961 conquistó el corazón de tantos
espectadores, Spielberg, que por entonces contaba con 15 años, fue uno de
ellos. Sin duda, en una época de remakes que han tenido más o menos éxito, más
en taquilla que entre la crítica, Spielberg vió realizable su sueño. Su
adaptación de West Side Story es mucho más ambiciosa que su predecesora. Spielberg
no duda en sacar a sus actores de los decorados y lleva escenas míticas como América a las
calles de Nueva York. Y no solo eso, si no que el cineasta utiliza su
virtuosidad con las cámaras, y también sea dicho, su ilimitado presupuesto,
para grabar las escenas con un gran equipo técnico con multitud de cámaras. Y
los colores brillan más que nunca. Así, el gran activo de este remake es su
puesta en que nunca. También, es honorable la capacidad de Spielberg de
homenajear a su predecesora, incluyendo a Rita Moreno, la Anita original en el
reparto dándole el papel que en la original ocupaba Doc, siendo aquí, su viuda.
Además, Spielberg logra volver a enamorarnos con Tonight, a bailar con América
y a llorar con Somewhere. Las melodías de Leonard Berstein, de quien se hizo
una película el año pasado, Maestro nominada al Oscar suenan más embriagadoras
que nunca. Por otra parte, Stephen Sondheim confiesa que aún no se ha
reconciliado con letras que aún le chirrían como la de I feel Pretty según
confiesa en el documental que existe en Disney sobre el detrás de escenas de la
película. La otra gran aportación de este remake es dar a conocer a Rachel
Zegler, quien contaba con tan solo diecisiete años cuando fue seleccionada para
ser Maria. Desde este debut estelar en el cine, se ha convertido en una actriz
que no para de cosechar éxitos y que gracias a su increíble voz y carisma
protagonizará otro remake en marzo del año que viene, Blancanieves de
Disney. Además de Zegler, por supuesto destaca Ariana DeBose quien ganó el
Oscar a actriz secundaria como ya lo hizo Moreno en su día. También, Spielberg
ha sabido adaptarse a la época actual y ha atinado en tomar decisiones, como la
de contar con actores puertorriqueños en su reparto e incluso la inclusión de
un personaje trans. Aún con todo, la película fue un fracaso en taquilla debido
a que era el año siguiente de la pandemia, y de hecho sufrió muchos problemas
para estrenarla por este motivo. No obstante, el musical está de enhorabuena
con el absoluto éxito que ha sido Wicked, que esperemos que sirva para dar luz
verde a más musicales que se hagan con el mismo cariño que con el que Steven
Spielberg rodó West Side Story. Y es que un remake tan perfecto como este, demuestra que a
veces vale la pena salir del océano para revisitar un clásico y aunque no sea
tu película de siempre, hay que pensar que hay más peces en el mar.
por
La Ninfa Atenea
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