Diario de a bordo, Travesía 72/ "SMILE 2"
Querido
Diario:
Este sonriente Navegante
debe confesar que, la misma noche de su estreno, se aventuró a ver la película
de terror de la que todo el mundo habla: “Smile
2”…
¿Puede haber algo más cálido, afectuoso y tranquilizador que
una sonrisa? Desde el principio de los
tiempos, se ha dicho que una sonrisa ilumina el rostro y que su hermana mayor,
la risa, es la sal de la vida. Sin
embargo, en el año 2022, un joven realizador de 35 años, Parker Finn, logró convencernos de que una sonrisa podía ser también
amenazadora, desasosegante y aterradora.
La película de la que os hablo se tituló “Smile”, tuvo mucho éxito de público y de crítica y ahora, dos años
después, acaba de estrenarse su segunda parte.
Con Parker Finn de nuevo tras las cámaras, “Smile 2” arranca justamente donde acababa la primera entrega, pero,
por razones obvias, la protagonista no puede volver a ser la misma y se ha
optado por otorgarle el protagonismo a un nuevo personaje, una famosa cantante,
Skye Riley (estupenda Naomi Scott), que
está a punto de retomar su carrera tras un trágico accidente. Su precaria salud emocional, ya debilitada
tras el luctuoso suceso que la retiró temporalmente de los escenarios, se
resentirá aún más cuando empiece a tropezarse con personas que la sonríen de
manera inquietante, aunque ¿cómo saber si lo que está experimentando ocurre en
el mundo real o sólo se está desarrollando en su cabeza…?
Durante los primeros minutos de “Smile 2” tuve la sensación de que el realizador, en su afán por no
repetirse y hacer algo lo más diferente posible, tardaba mucho, demasiado, en
arrancar, en desarrollar una nueva historia que suscitase el mismo interés que
la primera. Es cierto que la escena que
abre el film contiene un portentoso plano secuencia, pero el terror que se le
presuponía brillaba por su ausencia. Sin
embargo, cuando éste hace acto de presencia, la película comienza a crecer, va
ganando intensidad y uno se despierta del tedio en el que se había ido sumiendo
sin darse cuenta. Pero claro, para que “Smile 2” triunfe es necesario que sacrifique
su presunta originalidad en aras de volver a repetir la fórmula y los
parámetros argumentales de la primera. Dicho
de otro modo: a diferencia de lo que ha pasado con “Joker 2”, el éxito de “Smile
2” se basa en la repetición, en el estiramiento del chicle. A mi, personalmente, no me molesta que en las
sagas se mantengan los ingredientes que nos hicieron amarlas, y en este caso,
cuando se concreta que nuevamente la protagonista va a ser una mujer, cuando se
confirma que las sonrisas vuelven a ser escalofriantes y cuando se asume que
determinadas escenas teóricamente novedosas son en realidad calcos de lo ya
visto, lo asumí sin problemas y lo disfruté con ganas.
“Smile 2” es un
pelín inferior a su antecesora, algo que ya me esperaba, pero volví a pasármelo
terroríficamente bien, y secuencias como las de la amedrentadora aparición del
grupo de bailarines o el espectacular final que asegura la continuidad de la
franquicia acabaron por hacerme esbozar una macabra sonrisa que me dio miedo
hasta a mi…
Hasta aquí puedo leer, mi querido Diario, y me despido hasta
la siguiente entrada.
por
El Navegante
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