Queridos marineros, tras la apoteosis swiftiana experimentada a lo largo de la pasada semana debido al arrollador paso de la nueva diva y profeta de la música por la ciudad del oso y del madroño, nuestra patria, siempre temerosa de la excesiva influencia yanqui en nuestra sociedad, ha decidido contraponer nuestro propio referente ante la cantante de Pensilvania. Si los Estados Unidos de América tienen a Taylor Swift, España tiene a María Iguazo, la “Beyoncé de Menorca”. Porque si Taylor Swift, tan rubia, escultural y emprendedora, con una cuenta corriente tan larga como sus retorneadas piernas, es la quintaesencia del sueño americano, la “Beyoncé de Menorca” no lo es menos del “spanish way of life”. Si Taylor Swift, con su esfuerzo y empeño personal, ha sido capaz de transitar desde niña prodigio del country hasta reina global del pop que convierte en oro todo lo que toca, la “Beyoncé de Menorca”, para envidia de todo un país, no trabaja y cobra 1.600 euros al