Un ático en Babel, Travesía 62/ "DUELO DE DIVAS"

Queridos marineros, tras la apoteosis swiftiana experimentada a lo largo de la pasada semana debido al arrollador paso de la nueva diva y profeta de la música por la ciudad del oso y del madroño, nuestra patria, siempre temerosa de la excesiva influencia yanqui en nuestra sociedad, ha decidido contraponer nuestro propio referente ante la cantante de Pensilvania. Si los Estados Unidos de América tienen a Taylor Swift, España tiene a María Iguazo, la “Beyoncé de Menorca”.         

Porque si Taylor Swift, tan rubia, escultural y emprendedora, con una cuenta corriente tan larga como sus retorneadas piernas, es la quintaesencia del sueño americano, la “Beyoncé de Menorca” no lo es menos del “spanish way of life”.                

Si Taylor Swift, con su esfuerzo y empeño personal, ha sido capaz de transitar desde niña prodigio del country hasta reina global del pop que convierte en oro todo lo que toca, la “Beyoncé de Menorca”, para envidia de todo un país, no trabaja y cobra 1.600 euros al mes en ayudas sociales. Además, tiene un BMW y una moto en la puerta. Todo ello, por supuesto, sin poseer el carné de conducir y habiendo sido detenida tras múltiples infracciones de seguridad vial y bajo los efecto de la cocaína. Y no quedan ahí sus obras y milagros, porque la insigne María Iguazo, la “Beyoncé de Menorca”, ha saltado al estrellato en los últimos días al okupar un chalet de lujo en la isla valorado en 700.000 euros y mostrarlo con todo lujo de detalles en distintos vídeos en redes sociales como si de un anuncio del portal inmobiliario Idealista se tratase al grito de “lo va a estrenar mi coño, que me lo merezco”. En fin, a ver si la Swift es capaz de superar semejante lirismo en alguno de sus temas. 

Ya nos imaginamos la idílica cohabitación de los fans de ambas divas. Mientras los swifties intercambiarían entre ellos pulseras, los seguidores de la “Beyoncé de Menorca” les irían sustrayendo sus pertenencias del bolso como el que no quiere la cosa. Así que, amados compatriotas, podemos dormir tranquilos porque una nueva Agustina de Aragón vela por las esencias españolas.  

por

El Grumete