Más cine, por favor - Travesía 87/ "LA BELLA Y LA BESTIA"
Tale as old as time, o eso dice la
canción. Y es que La Bella y la Bestia
es una de esas historias clásicas de las que se han hecho miles de adaptaciones
y que no nos cansamos de ver. Si bien, la versión que más ha triunfado entre el
público del relato original de Gabrielle-Suzanne Barbot de Villeneuve y Jeanne-Marie Leprince de Beaumont es la versión musical de Disney de
1991, hay muchas otras. Una de mis favoritas es La Belle et la Bete de 2014. Se
trata de una producción franco alemana protagonizada por Léa Seydoux en el
papel de Bella y Vincent Cassel como la Bestia. Se trata de una película
sorprendente y bizarra para todos aquellos que no estén familiarizados con el
cuento de hadas original. Así, ofrece una visión mucho más cruenta de las
actividades inhumanas que realiza la Bestia y la historia de amor con Bella es
mucho más oscura y compleja. Conocemos la historia de cómo Bestia se transformó
de príncipe a monstruo a través de sueños o más bien pesadillas que Bella tiene
todas las noches mientras reside en una habitación, suntuosa y extraña. Y he
aquí el atractivo del filme: su calidad artística y visual. La escenografía del
castillo, el bosque y el vestuario son dignos de elogio. Como también lo es la
actuación de Lea Seydoux, actriz que conocí por este papel pero que es una de
las actrices europeas con más renombre en Hollywood participando en la saga
James Bond y en el clásico indie francés: La
vida de Adèle de 2013 por la que ganó la Palma de oro en el Festival de
Cannes. En definitiva, es un filme que recomiendo encarecidamente a todos los
amantes del cine francés y advierto a todos los que se dispongan a verla, que
no encontrarán ningún candelabro parlanchín ni una amable y tierna taza, si no
una historia profundamente romántica, en el sentido de la palabra del
romanticismo del siglo XIX. Todos aquellos que ya estuvieran convencidos con el
clásico Disney de que la belleza está en el interior, aquí pondrán en juego su
capacidad de llegar hasta el interior, puesto que el exterior es diez veces más
escalofriante. Una película siniestra y rara de la que no puedes evitar
enamorarte.
por
La Ninfa Atenea
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