Querido diario, Travesía 57/ "RIVALES"

 


Querido Diario:

 

Este tenístico Navegante debe confesar que ya ha sufrido una dislocación de cuello de tanto seguir los partidos de tenis de la nueva película de Zendaya, “Rivales”.

 

El hoy aclamado realizador italiano Luca Guadagnino (52 años) debutó en el cine norteamericano con la estupenda “Cegados por el sol”, película que un servidor propuso al querido CineClub Paradiso y que, como en alguna otra ocasión similar, no gozó de los apoyos necesarios para ser seleccionada.  La carrera internacional de Guadagnino, que considero equiparable a la del también europeo Yorgos Lanthimos, ha ido in crescendo, con éxitos como “Call Me By Your Name”, el remake de “Suspiria” o “Hasta los huesos”, y puede ascender un nuevo escalón gracias a “Rivales”, que protagoniza la superestrella Zendaya.  La historia de “Rivales” sigue a dos amigos de infancia, Art y Patrick, a los que ha unido su pasión por el tenis y que un día se enamoran de Tashi, una bella y sexy tenista con la que inician una relación a tres bandas que primero podrá a prueba su amistad y posteriormente les llevará a replantearse sus verdaderos sentimientos entre ellos y hacia la joven…

 

Nuevamente lo digo: en el Séptimo y en casi todos los artes habidos y por haber, es tan importante lo que se cuenta como la manera en la que se cuenta.  En “Rivales”, como ya me sucediera, por ejemplo, con “Pobres criaturas”, volvió a pasarme que un argumento que me resulta insatisfactorio se ve engrandecido por una puesta en escena excepcional.  Porque, advirtámoslo, toda la trama de esta película, narrada a base de flashbacks, es tan exigua que cabe en el transcurso de parte de un partido de tenis que disputan Art y Patrick ya adultos, de modo que no esperéis una especie de versión deportiva de “El Padrino” o “Ciudadano Kane”.  Eso sí, el indiscutible talento de Luca Guadagnino se pone de manifiesto en todo momento, a la hora de utilizar el color, el vestuario y el sonido para que cada secuencia aparentemente intrascendente nos parezca poco menos que magistral y cautivadora.  También hay que reconocerle al italiano su innegable habilidad para la sensualidad y la provocación, con esas pinceladas homoeróticas que ya exploró en “Call Me By Your Name” y que aquí son aún más explosivas al entrar a formar parte de un ménage à trois intertemporal servido además por tres actores ciertamente atractivos.  Ellos son Mike Faist (el Riff del remake de “West Side Story”), Josh O’Connor (el Príncipe Carlos de “The Crown”) y la omnipresente Zendaya, a la que normalmente no soporto pero he de reconocer que aquí se luce de lo lindo y deslumbra en cada plano.  Ella es capaz de hacernos creer que dos tenistas acostumbrados a dar raquetazos pueden estar a punto de jugarse las bolas (de partido) por ella, y eso que los muchachos estaban a partir un piñón…  por no decir a comerse un churro.

 

Hasta aquí puedo leer, mi querido Diario, y me despido hasta la siguiente entrada.

por

El Navegante

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