Un ático en Babel, Travesía 43/ "EL COMANDANTE SÍ TIENE QUIEN LE ESCRIBA"

Queridos marineros, si la realidad es la verdad y viceversa, conviene que percibamos bien la realidad para que no acabemos embistiendo molinos de viento pensando que son gigantes.         

Realizo este preámbulo quijotesco a cuentas de cómo algunos medios de nuestro país cubren lo que acontece en nuestro mundo como si viviesen en una realidad alternativa. En un planeta distinto al que nosotros habitamos.        

Hace unas semanas se celebró el 65 aniversario de la revolución cubana y uno de los canales españoles más importantes realizó una retrospectiva de estas más de seis décadas transcurridas en la nación caribeña desde el ascenso de Fidel Castro como si se tratase de una descripción detallada del paraíso del Génesis. Por un momento, a mitad de semejante publirreportaje sobre las bondades del régimen marxista, daban ganas de hacer la maleta e irse a toda velocidad hacia la isla sin mirar atrás. Lo curioso es que la dinámica en Cuba es precisamente la contraria, ya que en los dos últimos años han huido a la carrera de la bucólica isla medio millón de personas, el 5% de la población. Por cierto, mi admirado canal español no hacía la mínima mención a un hecho tan relevante como este. 

Llegados a este punto, queridos marineros, he de expresar mi perplejidad. Deben ser mis cortas luces pero no entiendo cómo tantos cubanos, a la desesperada, hacinándose a las puertas de la frontera del pérfido Estados Unidos, pidiendo asilo político aprovechando cualquier evento deportivo, incluso alistándose en el ejército ruso, huyen de un régimen tan idílico. Bueno, puede ser que una de las razones sea que mi querido canal de televisión español obvió la enorme carestía económica que ha acompañado a los cubanos durante estas décadas, los miles de ciudadanos críticos que están encarcelados por protestar contra los dirigentes comunistas, el largo historial de violación de los derechos humanos y las libertades que jalonan a los Castro y sus adláteres. En fin, detalles sin importancia que palidecen ante los malvados en esta historia: los Estados Unidos y su perverso embargo económico. 

Aunque el comandante sí tenga quien le escriba e incluso se pueda convertir un telediario en un panegírico a la mayor gloria de un dictador, la realidad es la que es: las cárceles están llenas, la economía es una ruina, los cortes de luz son constantes, los fármacos brillan por su ausencia, la natalidad está por los suelos, el 25% de la población cuenta con más de sesenta años y la mano de obra escasea en un estado con cada día más pinta de ser fallido.       

por

El Grumete